Batería de Salvas en 1901. AMSA, FGP-19
Es probable que alguien de Santoña, o quien haya visitado sus fortalezas se pregunte dónde se localiza esta batería. Estará pensando, en caso de desconocerla claro está, que cómo es que nunca ha reparado en ella. Alguna otra persona mirando la imagen superior se preguntará cómo es que he elegido una foto antigua y en blanco y negro. Pero espera, ¡oh! si detrás parece estar el archiconocido fuerte de San Martín, ¡es imposible que nunca lo haya visto!
Efectivamente justo a la vera del imponente fuerte estaba esta batería, pero ya no. Ha desaparecido y sólo nos queda de ella el recuerdo. Y precisamente de eso va esta entrada, la primera de aquellas muchas fortificaciones que han sucumbido al paso del tiempo. Evidentemente en un principio quería centrarme en aquellas de las que aún conservamos restos, sobre todo porque existe una mayor información y es más fácil hacer un reportaje fotográfico a sus restos, pero puntualmente también recordaremos aquellas fortificaciones que ya no están.
La batería de Salvas quizás no tenga el glamour de sus hermanas al no tratarse de una fortificación defensiva, o quizás sí, ya que fue construida con el único propósito de ser la encargada de realizar los disparos para bienvenida o despedida de quien correspondiera.
Fue construida en 1888, la última fortificación santoñesa, por una Real Orden del 20 de julio de ese mismo año. El proyecto fue redactado por Manuel Vallespín y para su emplazamiento se eligió uno cercano a la escollera y al fuerte de San Martín, anexo a la desaparecida muralla de Santoña -¡sí, Santoña contó con una formidable muralla acasamatada!-. Su construcción apenas duró unos tres meses y se dotó con 15 cañones lisos de bronce de 10 cm.
Debió tener una existencia corta, pues en 1910 comenzaron las obras del muelle o escollera sur, obra que aún se conserva ya que actualmente conforma el paseo de El Pasaje. Para la fabricación de la escollera se usaron materiales procedentes de las ruinas de la muralla y con casi total probabilidad de la batería de Salvas, provocando su desaparición. No obstante las obras de la escollera se efectuaron sobre terreno ganado al mar y por la localización de la batería, compartida entre el espacio que actualmente ocupa un campo de deportes -con unas reconocibles porterías de rugby- y parte del paseo, no debemos descartar que aún queden restos de sus cimientos, ya que no se produjeron obras agresivas en el subsuelo. Quizás sus restos esperan pacientes y protegidos por una capa de tierra y cemento. Sin embargo, podemos leer, en la obra de Rafael Palacio Ramos, Un Presidio Ynconquistable, que aún se conservan algunas mesas de sillería de las piezas montadas en la batería de Salvas como parte de la escollera. Efectivamente esas mesas aún se pueden ver, pero modestamente discrepo en ese asunto, ya que dudo que se montaran mesas en una batería de salvas, pues no debió tener marcos giratorios para sus cañones, estableciéndose estos directamente sobre la explanada enlosada. Recordemos que no cumplía ninguna función defensiva por lo que además de resultar inútil hubiera resultado un gasto adicional, más cuando otras fortificaciones santoñesas estaban faltas de tan siquiera cureñas modernas. Lo más probable es que esas mesas pertenecieran a la muralla.
No he encontrado plano alguno de la batería, pero por los datos que tenemos y gracias a la fotografía, debió ser aproximadamente algo así:
- Entrada
- Explanada
- Almacén
- Parapeto
Era una sencilla estructura a barbeta, con un pequeño edificio que servía de almacén. La parte trasera la cerraba un muro de apenas un metro de altura. Ciertamente tampoco necesitaba mucho más dado que, como ya hemos repetido, no cumplía ninguna función defensiva.
Contó siempre con los 15 cañones lisos de bronce de 10 cm., por lo que no necesitamos hacer una cronología de su artillado. Por una foto antigua podemos saber que iban montados sobre cureñas de hierro forjado Mod. 1850 -modelo ideal para montar las piezas en tiempos de paz al aguantar mejor las inclemencias del tiempo, pero que se revelaron ineficaces para su uso con munición real-
Y para finalizar una simpática imagen sacada en la batería de Salvas con un paisano santoñés sobre uno de los cañones. Observamos las cureñas Mod. 1850 y aunque desconozco el año en que fue tomado, sería interesante recabar más datos ya que, ¡imaginaos que la foto sea posterior a 1910! ¡Nos haría replantear todas las hipótesis de su desaparición! Por cierto, hay que agradecer a Buciero Vida Salvaje (https://www.facebook.com/buciero.vidasalvaje?fref=ts) gracias al cual he podido conocer esta imagen.
Una vez más la bibliografía usada:
PALACIO RAMOS, Rafael, Un Presidio Ynconquistable: La fortificación de la bahía de Santoña entre los siglos XVI y XIX, Santoña 2004